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jueves, junio 10, 2010

Los Naipes en la Historia



Las Leyes y los Naipes


El primer contacto de la ley con los naipes fue para prohibirlos, o al menos para regular su uso.
En el año 1387 el Rey Juan I de Castilla prohibía, por un decreto real, el juego de naipes.
Más tarde, en 1480, en Toledo, los Reyes Católicos establecen normas que los regulan, que serán refrendadas después por la Reina Juana con nuevas disposiciones ampliatorias en 1515. También en Toledo en 1524, Carlos V promulga algunas leyes regulando los juegos que estaban permitidos y establece el límite máximo de las apuestas.
Viendo los monarcas que la fabricación y venta de naipes era una gran fuente de ingresos para la Hacienda Real, Carlos V establece el estanco de naipes en tierras de Castilla en el año 1543. La figura del estanco, que después se ampliaría al tabaco, la pólvora y otros productos, tanto en la península como en las colonias americanas, garantizaba a la Corona el monopolio de la fabricación, distribución, fizcalización y gravámen de los productos que se encontraban bajo este régimen.
El monopolio de la venta de naipes en el reino de Castilla fue concedido por un período de diez años Rodrigo de Dueñas, banquero de Medina del Campo, que adquiría las barajas a un precio establecido por la Corona y estaba autorizado a venderlas a un precio superior a cambio de una contribución al fisco establecida en 1.300.000 maravedís. Una vez terminado este arriendo o asiento de rodrigo de Dueñas, el monopolio pasó a un genovés llamado Agustín Spínola, estante de Medina del Campo, por la suma de 300.000 ducados al año y por un período de seis.
Cada baraja que se vendía, contribuía a la real hacienda con medio real. Según nos cuentan en su libro Las antiguas ferias de Medina del Campo los autores Cristóbal Espejo y Julián Paz, este banquero genovés cedió todo o parte de sus derechos a Esteban de Negrón, vecino de Medina, y a un sobrino de éste, Marco Antonio de Bibaldo, ambos cambistas, a cambio de la suma de 2.065.000 maravedís.
Sobre la abundancia de naipes que debían venderse en las ferias de Medina del Campo, los autores antes citados mencionan en 1574 la cantidad de 100 cajas de 45 docenas de barajas cada una, que fueron estampadas en Burgos a cargo de Cristóbal de Medina.
Del total de 54.000 barajas fueron vendidas 37.800 a 38 maravedís cada una. esto hace suponer, muy a las claras, que en esta ciudad el juego era una actividad muy extendida.

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